Año nuevo Maya Tormenta Eléctrica Azul

26-07 comienza el año nuevo, feliz Año para todos!
Cuando el sol se encuentra en su punto más alto en conjunción con la estrella Sirio, comienza un nuevo año.

Este será un año de transformaciones desde la raíz, la energía de la tormenta nos trae un trueno de cambio y transmutación para todos, un año con mucho movimiento, en el cual deberemos integrar todos nuestros conocimientos, adquirir nuevos y permitir el encuentro con el Maestro interior que es el que nos guiará en los pasos, ya que la transmutación que nos ofrece Cauac nos prepara para la ascensión por medio de la purificación de el “templo del cuerpo” y la activación el cuerpo de luz. Esta energía se presenta como un relámpago que hace trizas cualquier estructura de la realidad, adelgaza los velos entre los distintos mundos y rompe con cualquier parte de uno que no soporte el fuego de la transmutación. Es una metamorfosis vibracional que cambia la percepción y nos muestra que hay cosas que ya no nos servirán más. El resultado es la liberación de la densidad que nos impide sentir con todo nuestro ser la armonía presente en el universo. Tormenta trae la libertad de la conexión con lo superior. Será necesario que aprendamos a ubicarnos en el ojo de la tormenta, en el centro en donde se haya la paz en medio de tanta revolución interna – externa, ya que las emociones nos darán mucho trabajo y purificarlas es lo que necesitamos. En medio de tanta intensidad el miedo a la pérdida y la desesperanza se hacen presente y el desapego es muy importante comenzar a trabajar, aunque asuste es importante ver lo que sale de nuestro interior, ver que surge, para limpiarlo y no tratar de huir de ello con distracciones ya que se activan las obsesiones. De el trabajo realizado a cada paso dependerá nuestra liberación o el seguir atrapados. Este fuego que penetra limpia con todo, pero activa todo lo indeseable también, ya que es un catalizador de procesos de autogeneración en los que la Gracia es la oportunidad de liquidar lo pendiente, ya que con deudas o asignaturas pendientes no es posible la verdadera libertad, esa que viene de la mano del Espíritu.